Primero, porque es un sector heterogéneo y muy fragmentado, donde la mayor parte de las explotaciones tienen un tamaño pequeño y están dispersas. Esto hace que el coste logístico de recoger el residuo de las fosas, ganadería por ganadería, sea muy elevado.

El purín no tiene un gran valor metanogénico y se compone sobre todo de agua, con lo que supone grandes vertidos. Además, al vaciar las fosas nos encontramos con purines muy heterogéneos ya degradados por el tiempo que además varían según la estación y la disponibilidad del ganadero.

El sistema de Agrolinera simplifica esta gestión a través de un sistema que integra equipos adaptados al territorio, a la distribución y tamaño de las explotaciones y a la generación de exceso de purín.

De esta manera configura una “ganadería virtual” que permite simplificar y gestionar el proceso de recogida como si fuera una única ganadería, definiendo las rutas para optimizar el uso de la flota de recogida y pretratando el residuo para evitar el transporte innecesario de agua.

Al hacerlo conseguimos no solo reducir el coste de recogida a través de una logística capilar, sino establecer trazabilidad del origen a nivel de ganadería, controlar los parámetros del residuo antes de que lleguen a la planta y mantener el potencial metanogénico del purín, a través de una logística frecuente y un almacenamiento controlado y estanco.